miércoles, 19 de septiembre de 2007

"Lo esencial", "La Piedra en la mano" y "El pavor del maestro".

Capítulo 7:
"Siendo como son las cosas, al menos podemos
escoger el conocimiento: Es difícil.
Podemos preferir la ignorancia:
Es todavía más dificil."
Lo escencial
Para llegar al conocimiento -necesario pero, ¿hasta qué punto?, y, ¿a qué precio?- una historia árabe nos cuenta lo siguiente.
Un emperador mandó a llamar a un hombre que pasaba por el más sabio de las tierras conocidas y le pidió que redactase una obra que contuviera los conocimientos esenciales.
El erudito se puso al trabajo y, doce años más tarde, le ofreció al monarca una serie de volúmenes.
-Es demasiado largo -dijo el emperador-. Escribe los conocimientos esenciales en un solo volumen.
El hombreobedeció y regresó cuatro o cinco años más tarde con un volumen.
-Sigue sieendo demasiado largo -dijo el emperador-. Soy un hombre muy ocupado con todos los problemas del imperio. Escribe en unas páginas lo que te parezca escencial y tráemelas.
El sabio volvió al trabajo. En dos o tres años consiguió la quintaesencia de sus conocimientos en unas páginas, que le ofreció al monarca. Éste, especialmente ocupado aquel día, pidió un último esfuerzo: una sola página.
Varios años de trabajo fueron necesarios para que el hombre conisguiese resumir sus conocimientos en una página.
-Sigue siendo demasiado largo -le dijo el emperador-. Te propongo una cosa: no escribas nada más. Pon lo esencialde lo que sabes en una palabra y ven a decírmela. Te recompensaré.
El hombre se retiró a una árida meseta y pensó durante el tiempo necesario. Al final, cuando hubo encontrado la palabra que abarcaba todos los pensamientos, pidió audiencia al emperador, que para entonces era un anciano.
-¿Has encontrado la palabra? -le preguntó al erudito.
-Sí, Majestad. La he encontrado.
-Acércate. Dímela en voz baja, deprisa.
El sabio se acercó al emperador, se inclinó hacia su oreja y le murmuró una sola palabra. El emperador fue el único en oírlo y exclamó:
-¡Pero eso ya lo sabía!
Capítulo 8:
"Un maestro puede ser útil... O inútil"
La Piedra en la mano
En China -y también en la India- se contaba una historia bastante parecida.
Un Joven, que desde su infancia se sentía atraído por las piedras preciosas, decidió hacerse joyero. Inmediatamente se puso a buscar un maestro y fue admitido por el más famoso de ellos.
El maestro, como primera lección, le puso en la mano una piedra de jade, le cerró la mano y le dijo:
-Conserva tu mano cerrada durante un año. Adiós.
Y despidió al joven.
Éste volvió a la casa d sus padres con la mano cerrada sobre la piedra y muy descontento "¿Cómo es posible -se preguntaba-, que este maestro me haya pedido algo tan estúpido, tan difícil de llevar a cabo? ¿Cómo podré mantener la mano cerrada durante un año, sin abrirla un solo instante? ¿Por qué esa orden basada en el capricho y que nada justifica?"
Sin embargo, a pesar de estas preguntas provocadas por el enojo, el joven, secretamente intrigado por la orden recibida, consiguió mantener la mano cerrada durante doce meses, incluso por la noche, incluso mientras dormía.
Cuando llegó el momento, regresó junto al maestro, abrió la mano y le dio la piedra.
-¿Y ahora qué tengo que hacer? - le preguntó.
El maestro le respondió:
-Voy a ponerte una segunda piedra en la mano y la guardarás durante un año.
Esta vez el joven estalló: ¿Un año más?, ¿por qué esa orden absurda, surgida del cerebro de un viejo idiota? Él quería ser joyero,¿por qué no enseñarle la profesión de la forma conveniente?
Mientras gritaba, el maestro le colocó en la mano otra piedra.
El joven cerró automáticamente la mano y gritó de repente:
-¡Pero esta piedra no es de jade!
El Pavor del Maestro
El verdadero maestro no es insensible, ni mucho menos. Pero, cuando es preciso, sabe diferir sus sensaciones. Así lo cuanta una historia zen.
En un monasterio japonés, al final de la Edad Media, vivía un vieja monje que inspiraba en los jóvenes monjes una especie de respetuoso temor, porque nada parecía poder perturbar su serenidad. A pesar de que se pasaba el tiempo repitiendo que nada malo habíaen una emoción, fuera la que fuese, a condición de no dejarse llevar por ésta, permanecía tranquilo e imperturbable. No se le pidía irritar, ni asustar, ni inquietar.
Una mañana de invierno, cuando la noche todavía oscurecía los pasillos del monasterio, los jóvenes monjes se reunieron en silencio en las sombras. Aquella mañana el viejo monje tenía que llevar la taza de té ritual hasta el altar. A su paso, todos ellos saltaron de repente de la oscuridad, como fantasmas, aullantes.
El viejo continuó andando tranquilamente, sin dar un paso en falso, sin tambalearse. Un poco más lejos, en el pasillo, había una mesa que el conocía. Con delicadeza, dejó allí la taza de té, la cubrió con un trozo de seda para mantenerla a salvo del polvo.
Después se apoyó contra la pared y lanzó un grito de espanto.
---------------------------------------------------------------------------------
Bueno, son cuentos de un libro de cuentos, "El círculo de los mentirosos". Esta MUY bueno, es un libro que recopila cuentos de tradición oral (contados de boca en boca), y hay muchos que es poco probable encontrarlos en otro libro que no sea este... La verdad, se los recomiendo mucho, esta muy bueno, los cuentos estan muy buenos, y creo que se puede aprender mucho de este libro...
Lo más probable es que siga posteando cuentos, depende el estado de ánimo...
En fin, saludos!

3 comentarios:

Alan dijo...

el primero esta muy bueno, los otros 2 no los entendi mucho... o tal vez es que los lei asi nomas.. yo que se =)

Trancos dijo...

Ajajajajajaj

Ok xD

Sos mi firmador favoerito (?)

Sos mi unico firmador asi que xD

Alan dijo...

jaja y buen.. hasta que hagas algo..
mandale publicidad en elforro (en anuncios) ;)